#27 En voz baja
Hubo una versión del corto en la que casi no se decía nada. En la película sonaba una sola frase justo cuando ella se daba cuenta de que había olvidado algo en la casa:
- Tenemos que volver.
Nada más. Sólo esa frase y una interferencia radiofónica justo antes del final del corto. Aquella versión silenciosa se gestó en Barcelona, mientras montaba el corto con Domi. Recuerdo que paseaba por el Parallel hacia casa cuando decidí quitar todo lo que decía la voz en off sobre una cicatriz en la rodilla. Imagino ahora aquel arrebato mudo como una forma de probarme y de probar el corto. Isaki, Pedro, Yumi y Natalia fueron los primeros en ver las imágenes sin voz. Después, ya en Bilbao, Rubén y el equipo de la cinemateca hicieron un pase silencioso en los bajos del museo de Bellas Artes.
Semanas más tarde recuperé la voz. Durante el rodaje había hecho unas pruebas de lectura con Sol, pero el ritmo y el tono no me estaban funcionando en la sala de montaje. Era necesaria otra voz, otra cadencia; buscaba algo muy parecido a la forma en la que la protagonista de Millenium Mambo (Hou Hsiao Hsien, 2001) narra su historia en la película. Probé incluso a montar la voz de Shu Qi con las imágenes del corto y el resultado me gustó mucho. Fue entonces cuando recuperamos las pruebas de casting para dar con una voz de tono muy bajo. Fue también cuando nos acordamos de Laura (la imagen de hoy es la que saqué durante el casting).
Laura Civera trabaja en La Ronda. Para los no montevideanos diré que La Ronda es el mejor boliche de la ciudad. Por lo menos entre semana y a media tarde; por lo menos cuando suena The boy with the arab strap de Belle & Sebastian en pleno invierno. Llamamos a Laura e hicimos las pruebas de voz. Nos gustó mucho.
Voz en off de la primera parte (Timecode 00:01’:08”):
“Todo había terminado.
Entonces recordé la primera vez que me preguntaste por mi cicatriz. Te conté que me había caído de un árbol cuando era niña. En aquella época pasábamos los veranos en El Pinar. Yo subí a un árbol con mis hermanas; estábamos jugando a pasar de una rama a otra pero resbalé y me caí al suelo. Me hice una herida en la rodilla; tuvieron que darme cinco puntos.
En ocasiones me duele la cicatriz. Sobre todo cuando va a llover. O cuando hay cambios bruscos de temperatura.
Recordé todo esto mientras preparábamos la vuelta a Montevideo.
Después sucedió todo aquello de la tormenta eléctrica y de la nieve”.
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